PINOCHO, UNA HISTORIA ARTESANAL
UNA HISTORIA ARTESANAL
Que alguien se atreva a realizar una película con un tono profundo,
oscuro y con un estilo muy particular a partir de un cuento atemporal como lo
es Pinocho, es el cineasta mexicano Guillermo del Toro. Es una adaptación que
merece la pena, que se merece que se le dé una oportunidad. Entre la fantasía y
el terror, nos vamos involucrando en una historia muy artesanal, una historia
arriesgada, pero que puede sobrevivir por sus razones de peso. A través de la
técnica stop – motion nos va mostrando el contexto sociopolítico (la Italia
fascista de Benito Mussolini); lo efímero de la vida y un lugar en el mundo a
partir de los ojos de un niño, con su inocencia quebrada, destruida y
decepcionada; lo que significa ser humano visto a través de la paternidad, la
explotación infantil y la guerra; el poder de la muerte y de su duelo; pero
también la esperanza que se refleja en ese “niño artesanal” y su inocencia para
dar cuenta que la maldad no es lo único que existe en estos momentos
históricos. Una película muy visual estratégicamente para atrapar a sus
espectadores sobre la gran odisea de la vida y la muerte. Para usted…curioso
lector, aunque la vida no nos sea fácil, siempre la esperanza prevalecerá. ¿Se
dan cuenta cómo estos asuntos tan trascendentales nos pueden revelar una lección
de vida? Sintamos el viento y avivemos las ganas de soñar con estos delirios
visuales. Había una vez un tal Guillermo del Toro que nos mostró el poder del
amor desde su curiosa y mítica mirada mexicana. Los políticos no piensan, ¿será
así?
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