SOBRE LA ESTUPIDEZ HUMANA
SOBRE LA ESTUPIDEZ HUMANA
“Algunos nacen estúpidos, otros alcanzan el estado de estupidez, y hay individuos a quienes la estupidez se les adhiere”. (En la introducción al libro “Historia de la estupidez humana” de Paul Tabori)¿Quieres expandir tu mente? Entonces hablemos sobre la estupidez humana. Hace veintiocho siglos que se viene hablando de ella. La estupidez es el arma más destructiva del hombre, su más devastadora epidemia, su lujo más costoso. Por su misma naturaleza, la estupidez se ha prestado a la sátira y a la crítica. Sin embargo ha sobrevivido a millones de impactos directos, sin que éstos la hayan perjudicado en lo más mínimo. Sobrevive, triunfante y gloriosa. Como dijo el poeta –filósofo Friedrich Schiller: “Aún los dioses luchan en vano contra ella”. Desde el punto de vista semántico es muy difícil aclarar o definir su significado. Es una palabra que se utiliza muy poco, incluso se evitan sus sinónimos. Pues implica simplicidad. El escritor Oscar Wilde dijo: “No hay más pecado que el de la estupidez”. El hombre estúpido vive siempre en la inconciencia de su propia estupidez. Está en la vida de ricos y pobres, mandatarios y mandados. En palabras del líder pensador Mahatma Gandhi: “Si hay un idiota en el poder, es porque quienes lo eligieron están bien representados”. En definitiva, oportunidades de cambiar hay, pero se requiere de un proceso largo de introspección y uso de la verdad. Según el historiador italiano Carlo Cipolla, que realizó ensayos satíricos sobre la estupidez humana, dice que una persona es estúpida si causa daño a otras personas y daño a sí misma. Según este autor, no podemos llegar a sospechar la infinidad de estúpidos que habitan en el mundo, como dice la máxima latina “stultorum infinitus est numerus” (El número de tontos es infinito). Sin embargo, es inevitable sentir una especie de malestar ante la falta de una determinación teórica apropiada que permita establecer qué se identifica, y qué no, con la estupidez. ¿No le parece a usted lector? Pero, entonces, ¿dónde está la estupidez? O más bien, ¿de dónde viene? La estupidez no es una carencia ni una deficiencia. Lamentablemente la estupidez va más allá de una simple denominación. Para concluir y dejar pensando a usted lector, irónicamente: Señor, si existes, no nos dejes caer…en la estupidez, no es nuestro fuerte.
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