EN LA LUZ DE LOS SILENCIOS

                                                        EN LA LUZ DE LOS SILENCIOS

     En la luz de los silencios se encienden estas aduladoras palabras que liberarán todos nuestros sentidos para que a la humanidad de hoy le comience a brotar por todos sus poros una urgente transformación. La humanidad la necesita, ¡¡Ya!! ¿Recuerdan este cuento del guatemalteco Augusto Monterroso?: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. No es hora de llorar. Es hora del pensamiento crítico, del debate profundo. Especialmente de los jóvenes, es su futuro muchachos, despierten. Conozcan y lean la realidad actual, porque ya no se puede luchar con arcos y flechas. ¿Vimos el final del túnel? Sí, lo vimos con la pandemia mundial, nos mostró el borde del abismo pero, a su vez, ésta nos marcó el camino para construir una nueva sociedad, que tenga el poder de cruzarse, enmarañarse, entramarse. Una nueva humanidad que tenga identidad única de espacio donde se construya la paz por sobre todas las cosas. ¿Vamos a dejar pasar esta oportunidad “mundo-monstruo”? ¿A qué o a quién le tenemos miedo? Sólo de nosotros depende…No a la guerra…Sí a la PAZ!!! Y en esta luz de los silencios no nos olvidemos de cumplir con esos sueños que nos llenan de vida, de chispas que iluminan cada mañana. Cumplir con esos sueños que viajan por nuestras almas y por nuestros pensamientos, que desfilan por el fondo de nuestros abismos. Cumplir con esos sueños que se elevan al cielo y lo cruzan con movimientos silenciosos y embriagadora belleza. Pero por sobre todas las cosas, no nos olvidemos del amor. Que tus bellos versos vuelvan a brillar en tus manos. Que el viento, la lluvia, el sol, la luna, el amanecer, el atardecer,  vuelvan a relumbrar como una divinidad, dominando aquel esplendor que nunca has perdido, poeta. Viaja con tu alma a través de los versos y que tus pensamientos revoloteen colmados de pasión y felicidad, que lleguen a la cúpula del cielo y que los envuelva el Universo para allí quedar eternamente. Vuela tu cielo sin miedo y con un extremado amor, poeta, en la luz de estos silencios, porque ellos también tienen respuestas.