DESVARÍOS DE UNA MEMORIA INCONEXA


                                         “Si nunca escribimos nada excepto lo que ya es conocido, el campo del conocimiento no se extenderá nunca”. “¿Qué debe hacerse en cuanto a esto” Ezra Pound

                                            DESVARÍOS DE UNA MEMORIA INCONEXA

       ¿Qué sucede cuando a la mente se le atascan las palabras? Sólo se vislumbran palabras inconexas que van más allá del lenguaje. Y comenzamos a vivir en una perpetua agonía de palabras rotas y quebradas. Así empezó la entrada al infierno, fue desgarradora, inenarrable. Conquista le llamaron. El comienzo del fin. ¿Qué le sucede a la Humanidad que se destroza a sí misma? Y me quedé con esa palabra a cuestas, capaz de revolucionarlo todo, desconcertada en este nihilismo lírico de mis últimos versos que deconstruyo en esta prejuiciosa noche con mi terca antorcha que quema y arrasa todo lo imaginable en mi penumbra y rasgada conciencia. Mis palabras se sumergen en sus propios miedos y avanzan por un camino donde las lenguas se entrelazan y nos abren un mundo de posibilidades para hilar nuestras mejores historias de incertidumbres. A veces, las palabras le ceden su lugar al silencio para que el dolor pueda arrullar a la angustia desde el lenguaje que aflora solitario en mi corazón. A veces el lenguaje se combina con la música para que el silencio no me aprisione y se abra una promesa de esperanza para hilar el sentido de esas voces que recurren a mi imaginación en esos momentos de desesperación. “Y ella esperó, esperó toda una vida para que el silencio no le aprisionara el corazón”. La belleza de la palabra está en saber transformarla en bellos versos y tener valentía y coraje para darlos a conocer. Pues las palabras son armas en los versos correctos que gritan las miserias de la vida. Así la esencia del coraje irrumpió en mi escritura con una precisión quirúrgica que me advirtió que el mundo sería feroz aunque austero. Por eso elegí la intensidad de la palabra para inquietar al lector y desordenarle su memoria. Ahondaré en la fuerza de la escritura viva, en esas sombras que saltan a un vacío existencial. El poder de mis palabras pesa sobre mi conciencia, esa que vive en otra dimensión y que hace que los recuerdos conmuevan mis noches de insomnio. No es sencillo enlazar esas palabras que fluyen en mi conciencia cada noche. Ellas avanzan generosas, incluyen recuerdos, se detienen a despertarme para que las hilvane arremetiendo contra viento y marea en mi pobre mente que solo oye eufemismos hipócritas y aberrantes sobre esta sociedad que levanta su voz para cuestionar nuestro viaje a la libertad. Ya no podré con esto tan cotidiano. Hoy lo efímero me impresiona profundamente. Y lo abismal ya se me hace ajeno a esa realidad que acuso de traición. Y como tuve la suerte de mirar el mundo por las grietas de un muro y lo que vi no me gustó, erigiré mis palabras en arte poética, quizás. ¿Saben? La vida nos acerca a pasos agigantados las nuevas locuras que romperán moldes establecidos, que harán ver lo insignificante que somos y seremos. El nuevo reino se acerca, en un tiempo que desafía todo código cultural existente hasta el momento. Un tiempo-ya. Conquista le llamaron. El comienzo del fin. ¿Es posible habitar dos mundos? Sí, uno en la realidad y otro en ese mundo fantástico, apocalíptico y fortificado que se adentra en mi mente. Este es el mundo que me sostiene cada día, el que me ha enseñado a sobrevivir, el que se ha decidido a desempacar esta historia, mi historia oficial, que hará la travesía urgente por ese mundo real antes de mi muerte real. Porque entre la vida y yo hay una parte que me resulta tan insignificante que hace que mis delirios transcurran en parloteos fortuitos sin razones de ser. Aunque los poetas somos la nueva legión de pensadores que gritamos nuestro sentir poético a todo aquellos seres vivientes, incluidos los Conquistadores, que nos deseen leer y escuchar. Mis palabras llegarán a corregir la historia de un destino negado. El sueño privado. El universo nos prometió una sinfonía de palabras que danzarían por nuestras mentes. Y sólo se vislumbró un escenario de crueldades. Volvamos a las palabras destinadas para aliviar este sufrimiento. El Nuevo Mundo aún no nació. Dejemos que el tiempo fluya hacia lo inexorable. Hay un mundo a punto de morir y un mundo a punto de nacer y florecer. La Humanidad naufragó. Luego de la oscuridad, el naufragio nos ofrece la más bella de las miradas. El viento del sur nos traerá ese lenguaje extrasensorial para acariciar nuestras mentes sin mordaza con la libertad que nos da la Naturaleza. El mejor sabor a vida, nuestra palabra, nuestra esencia. Y no hay inteligencia artificial que lo supere.





 

Comentarios

  1. Muy muy muy buen texto, bellísimo! Qué fuerza!👏👏👏👏👏👏

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  2. Gracias querida amiga Hilda, mi bella colombiana!!!

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