ATRAVESAR MUROS...COMO SI FUERA TAN FÁCIL

 

                                   ATRAVESAR MUROS…COMO SI FUERA TAN FÁCIL

      No hay líneas rectas para el lenguaje. Es Arte. Nuestra imaginación libera palabras que circundan el mundo de manera inestable, bordeando incluso los abismos. El lenguaje va más allá de lo irrespirable. Va abriendo pasos bajo traiciones que sólo pretenden revolucionar los desplazamientos del mundo. Pero el lenguaje es delirio aprisionado por un destino que se erige puro y dominante. Escribir es el Manifiesto. Escribir es manifestar esas líneas que nunca serán rectas, a los efectos de la sintaxis. Escribir es crear tu propio surco, quizás mágico, pero llevado al límite explosivo para constituir nuevas ideas. Y esto es lo difícil. No escribir en líneas rectas. Es hora de luchar contra el poder lingüístico instaurado que avasalla al mundo y a sus demonios. Leamos nuestra Alejandría. Seamos seres singulares sin obediencia temporal. Nuestro lenguaje se va desplegando lentamente, se va desviando en un espacio cósmico atemporal, pero allí hay peligros que lo desestructuran y lo quieren llevar a un punto ciego. Entonces el lenguaje se precipita en su viaje, flota en un tiempo indefinido, lanza cuchilladas al aire, incluso miradas obstinadas. Este es el poder del lenguaje. Atravesar muros. Todo lenguaje es posible. Aún hoy.