LA VIDA TAMBIÉN SE PIENSA...

LA VIDA TAMBIÉN SE PIENSA Salir, mirar la Luna, verse reflejado en ella, dejar los miedos atrás. Allí estamos frente a la conciencia. Nuestro propio espejo, nuestro propio ser, nuestra propia esencia. Dolorosa, sutil, placentera, conflictiva, pasional, así es ella, como mejor te sientas. Tu conciencia tiene un potencial infinito. Pero no distraerse ni con el pasado ni con el futuro. Sólo vivir el presente. Y para ello, debemos saber observar, simplemente. Como si observáramos nubes en el cielo. Estar junto a ellas. En esa observación está el conocimiento de todo. Y debemos relajar nuestra mente, estar presentes, sin búsqueda de nada. Si practicamos la observación podremos ponernos en el lugar del otro. A menudo, la conciencia nos deja sin palabras. El dulce fluir de la...